El consumo de frutos rojos es totalmente seguro, pero el hecho de que se hayan demostrado algunos efectos sobre la salud no implica que puedan curar el cáncer si se consumen de forma habitual o excesiva.
Incluir frutos rojos en cantidades normales en la alimentación es totalmente seguro y beneficioso para la salud por sus propiedades antioxidantes. La recomendación de consumo de fruta durante el tratamiento indica la importancia de asegurar un consumo diario de tres raciones de fruta fresca (entre las que se incluyen los frutos rojos) lo más variadas posibles, ya que cada fruta tiene propiedades diferentes y beneficiosas para la salud. La mejor manera de aprovechar las propiedades de la fruta es consumirla de proximidad y temporada.