Actualmente no existe ninguna evidencia que relacione una ingesta, dentro de la cantidad diaria admisible, de cualquier de los aditivos aprobados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria con un mayor riesgo de desarrollo de cáncer o interacciones durante el tratamiento.
La EFSA (European Food Safety Authority) revisa la seguridad de los aditivos alimentarios con una evaluación muy exhaustiva, periódicamente, habiendo finalizado la última evaluación en el año 2020. El número E, indica que ha estado aprobado y es seguro para el consumo humano. Por ello, los alimentos que contienen aditivos alimentarios pueden formar parte de una alimentación sana y equilibrada.