Distorsión del gusto

Se denomina disgeusia y hace referencia a la percepción de sabores desagradables, metálicos o amargos en los alimentos y elaboraciones.

¿QUÉ TE RECOMENDAMOS?

Lavarse la boca antes de comer con agua y tomillo o bicarbonato y mantener una higiene bucal correcta.
Entre comidas, comer caramelos o chicles sin azúcar puede ayudar a evitar el mal sabor.
Utilizar utensilios y cubiertos no metálicos para servir la comida y para comer (plástico, silicona, porcelana, bambú…).
Comer fruta ácida (naranja, limón, fresas, kiwi, piña…) para ayudar a hacer desaparecer el sabor metálico.

Para asegurar que comiendo tipo tapas se incorporan los nutrientes necesarios, se recomienda partir de la proporción del método del plato.

Algunas recetas sugeridas:

  • Macerando la carne y el pescado en zumos cítricos, salsas agridulces o especias no picantes.
  • Comiendo la carne mezclada con alimentos o condimentos dulces o aromáticos (fruta, frutos secos, compotas, mermeladas, miel, etc.).
  • Utilizar preparaciones donde se mezclan bien con otros ingredientes como púdines, croquetas, buñuelos, empanadas, canelones o rellenos de bocadillos.

Muchas veces el mal sabor de los alimentos se acentúa cuando no se cumple lo que se espera de un plato; si se preparan platos diferentes que no se han probado nunca, se minimiza el efecto de la expectativa y se pueden tolerar mejor los sabores extraños. Es una oportunidad para conocer nuevas culturas alimentarias y elegir preparaciones especiadas, atractivas, pero al mismo tiempo fáciles de preparar.