Consumir la patata, la pasta y el arroz cocidos y enfriados

Una vez cocinados, dejarlos en el frigorífico durante la noche los convertirá en una fuente de almidón resistente, una fibra interesante para las bacterias intestinales y bien tolerada en episodios de diarrea.

Mantener una buena higiene bucal.

Para evitar sabores no deseados que se puedan relacionar posteriormente con determinadas comidas.

Hacer ejercicio o caminar a lo largo del día.

Puede ayudar a estimular el apetito.

Preparar elaboraciones de alta densidad nutricional.

Son aquellas que en poco volumen incluyen gran cantidad de energía y nutrientes. Se pueden tener preparadas croquetas de pollo o bacalao; empanadas (de carne, atún, huevo, queso, etc.), que se pueden tener congeladas y freír o calentar al momento; patés nutritivos para untar unas tostadas o sándwiches; cremas y sopas energéticas, que se pueden… Seguir leyendo Preparar elaboraciones de alta densidad nutricional.

Asegurar que las comidas principales sean completas.

Asegurar siempre en el almuerzo y la cena la presencia de verduras (crudas o cocidas), farináceos (tubérculos, cereales, legumbres) y alimentos proteicos (carne, pescado y huevos u otros alimentos ricos en proteínas, como la soja), tal y como se indica en el método del plato, aunque sea en pequeñas cantidades.

Priorizar el consumo de alimentos o elaboraciones frías o a temperatura ambiente.

Estos son mejor tolerados porque desprenden menos olor que los calientes: ensaladas de pasta, bocadillos, sopas frías, helados caseros, etc.

Enjuagarse la boca antes de las comidas y mantener una buena higiene bucal.

Pueden utilizarse soluciones de agua con bicarbonato, limón o manzanilla. Es importante lavarse los dientes después de las comidas.

Limitar los alimentos astringentes.

Como el membrillo, el plátano, el arroz blanco, el pan tostado, la manzana cocida o la compota.

Los alimentos ricos en proteínas pueden provocar una mayor aparición de sabores desagradables. Preparar la carne, el pescado, el marisco y los huevos de forma que se enmascare el sabor desagradable que pueden provocar.

Macerándolos en zumos cítricos, salsas agridulces o especias no picantes. Comiendo la carne mezclada con alimentos o condimentos dulces o aromáticos (fruta, frutos secos, compotas, mermeladas, miel, etc.) . Utilizar preparaciones como pudines, croquetas, buñuelos, empanadas, bocadillos o canelones o se mezclan mucho con otros ingredientes.