Distorsión de la sensibilidad gustativa

Se denomina disgeusia y hace referencia a la percepción de sabores desagradables, metálicos o amargos en los alimentos y elaboraciones.

¿QUÉ TE RECOMENDAMOS?

Mantener una higiene bucal correcta.

Puede ayudar a evitar el mal sabor de los alimentos.

Utilizar utensilios y cubiertos no metálicos para preparar la comida y para comer (plástico, silicona, porcelana, bambú, madera…).
Comer fruta ácida (naranja, limón, fresas, kiwi, piña…) para ayudar a hacer desaparecer el sabor metálico. Evitar estas frutas si aparecen llagas, reflujo o ardor de estómago.

Comer tipo tapas (pequeñas cantidades de muchos platos diferentes) en lugar de un solo plato de una misma preparación.
Para asegurarse de que comiendo tipo tapas se incorporan los nutrientes necesarios, se recomienda partir de la proporción del método del plato. Se puede consultar esta receta como ejemplo de adaptación de un menú equilibrado en formato tapas.

Muchas veces el mal sabor de los alimentos se acentúa cuando no se cumple lo que se espera de un plato; si se preparan platos diferentes que no se han probado nunca, se minimiza el efecto de la expectativa y se pueden tolerar mejor los sabores extraños. Es una oportunidad para conocer nuevas culturas alimentarias y probar preparaciones especiadas y atractivas, y al mismo tiempo fáciles de preparar.