Se define como un aumento de la frecuencia de las deposiciones, acompañado de una disminución de su consistencia. Suele aparecer después del tratamiento y dura pocos días. En caso de prolongarse, hay que consultar al equipo médico de referencia.
Debido a que la diarrea puede ocasionar deshidratación, se recomienda beber mucho líquido (agua, infusiones, caldos suaves, bebidas isotónicas de poco contenido en azúcar), en forma de pequeños sorbos durante el día.
Bebida isotónica casera
Mezclar en un litro de agua el zumo de dos limones, una cucharada sopera de miel, una cucharadita de postre de sal marina (3,5 g) y una cucharadita de postre de bicarbonato sódico (3,5 g). Cuando estos ingredientes estén disueltos, dejar la preparación en la nevera hasta que esté fresca e ir bebiendo a lo largo del día a pequeños sorbos.
Comer más veces al día, pero en menor cantidad puede ayudar a que se tolere mejor la comida.
Se recomienda empezar por una dieta líquida, por ejemplo de agua de arroz, y cuando sea bien tolerada introducir alimentos de fácil digestión, como el puré de patata y zanahoria, el arroz hervido, el pescado blanco o el pollo hervido y la manzana al horno o rallada.
Receta de agua de arroz
Cocer el arroz (1 taza) en un litro y medio (6-7 tazas) de agua mineral durante 25 minutos a fuego medio, en una olla tapada para evitar que se evapore la menor cantidad de líquido posible. Deja reposar y entibiar. A continuación, cuela y reserva el agua en un recipiente o botella en la nevera. Consumir frio o caliente según apetezca. Añadir sal al gusto.
Pan tostado tipo biscote; palitos; carne, pescado y huevos en cocciones suaves (tortilla a la francesa, pollo a la plancha, pescado a la papillote); pasta; arroz; patata; sémolas de arroz, trigo y tapioca; galletas tipo maría.
El hervido, el vapor, la plancha y el horno (a baja temperatura, evitando que se dore demasiado el alimento) son métodos de cocción más fáciles de digerir.
No se recomienda el consumo de mantequillas, margarinas, manteca de cerdo, mayonesa, nata, crema de leche y productos de pastelería, quesos grasos, embutidos, patés…
Usar leche sin lactosa. En función de la tolerancia, se pueden introducir poco a poco, empezando por el yogur natural. Evitar preparaciones lácteas como flan, natillas, mousse…
No se recomienda el consumo de caramelos o golosinas, néctar de fruta, azúcar simple o miel, chocolate, bebidas azucaradas o edulcoradas, xilitol, sorbitol…
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